A mí me pasó hace poco. Un día normal en mi jornada laboral. Llegar al trabajo, como todos los días, hacer las mismas cosas, como de costumbre, seguir el continuo sin peder un solo detalle y...de pronto... El tiempo se detiene...Es más, ni siquiera lo planeas...solo pasa. Te roba el aliento, te pierdes y todo se congela... Tu corazón también! Por un instante, mi corazón se detuvo, perdí el piso, simplemente por el hecho de haber visto los ojos más impactantes, hermosos, divinos del planeta. Me sentí como si un basilisco (aprovechando que está de moda Harry Potter) me hubiera visto directo a los ojos...Petrificada. Fueron segundos, pero para mí transcurrieron de una forma tal que me marcaron.
Mis mejillas tomaron el color de la grana, mis nervios no fueron capaces de ocultar que esa persona se había apoderado de mí, no fui capaz de recobrar mi tren de pensamiento... Cuando él me miró... Fue el clímax. Sabía que con esa mirada, ya estaba condenada a idolatrarlo... Y lo mejor fue cuando me sonrió... ¿Qué sentí? Ni siquiera puedo expresarlo con palabras... Sus ojos y su sonrisa son mis dos cosas favoritas. De los pies a la cabeza, todo en él me fascinó. Su voz, su seguridad, su confianza, su manera de hablar y expresarse, caray! Pensé: - Y tú, dónde habías estado que no te había visto? Y es que creo que estaba ciega contemplando mi pasado, como viendo al piso a una piedra, sin alzar la mirada. Y cuando decidí caminar con la vista bien en alto, descubrí que hay tantas cosas que me había perdido... Y luego llega "ESA" persona y... Yo me enamoré perdidamente en un segundo...
"What the don't tell you is that when it starts again, it moves extra fast to catch up".
Una vez que regresas...¿Qué sigue? ¿Qué pasa después de conocer a alguien que te roba el aliento? Simplemente sonriés y tratas de volverlo a ver...Continuará...